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Visita Virtual a la Planta de la Cervecería Isenbeck en Argentina 2005 |
Un
poco de historia
En
el año 1994 Isenbeck inicia las operaciones de su planta en
Argentina, la primera fuera del territorio alemán. Este es
el puntapié inicial para sus planes de expansión internacional
en América.Con una inversión superior a los u$s 180
millones, el establecimiento de Zárate constituye un modelo
de tecnología cervecera. El equipamiento técnico de
su última generación, sumando a la performance de su
laboratorio de calidad –on line con la casa matriz- y al desarrollo
de estrictos procesos de producción, permitieron ser la primera
cervecería de la región en obtener la Certificación
ISO 9001. El respeto por el medio ambiente es una premisa fundamental
para Isenbeck. Por eso la compañía destinó más
de U$s 1.500.000 en la instalación de una planta de tratamiento
de efluentes propia. Asimismo mantiene una firme política de
utilización inteligente de los subproductos de la industria
y reciclado de desechos . Actualmente la cervecería tiene una
capacidad productiva de 1.5 millón de hl., que permite abastecer
la demanda regional con un producto de calidad certificada.
La planta en números
- 50 hectáreas de predio
- 50.000 m2 de superficie construida
-1 8.000 m3 de hormigón
- 2.200 toneladas de hierro
- 4 líneas de envasado
- 1.500.000 hectolitros de capacidad productiva El dìa 16 de Agosto del 2005 la
Compañía Cervecera Isenbeck nos abrió sus puertas
a miembros de la Asociaciòn de Cerveceros Artesanales de la Republica Argentina y de esta manera logramos realizar una visita guiada por la planta
ubicada en las afueras de la ciudad de Zárate, el sitio escogido
para elaborar los productos de la firma alemana.
La
planta de Zárate, adonde se encuentra concentrada toda la estructura
de Isenbeck -desde el presidente hasta el último de los operarios-
es el producto de una inversión de 180 millones de dólares
que la compañía alemana Warsteiner decidió concretar
cuando desembarcó en Argentina. ¿Y por qué en
Zárate? Porque las aguas del lugar son de máxima pureza,
y porque el puente Zárate Brazo Largo, que comunica con países
limítrofes, hace que esta ubicación sea estratégica
desde el punto de vista comercial.
Se
trató de un recorrido por todas las instalaciones, en cada
parada se pudo contemplar una etapa distinta en la fabricación
de la cerveza Isenbeck, tanto en sus productos Premium como en las
segundas marcas.
Las
explicaciones, ricas y abundantes, fueron resumidas por Carlos A Koroluk Secretario de la Asociación, para que el lector de manera virtual, también pueda compartir la sensación
de caminar por un sitio que, florecido en medio del campo y hace gala
de la más moderna tecnología cervecera. Recepción
y bien venida
Tras
una pequeña charla frente a la maqueta de la fábrica
sobre la historia de la planta, su ubicación y datos relevantes,
pasamos al recorrido de las instalaciones. |
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Un
montecito de acacias negras
En
Isenbeck hacen gran hincapié en la naturaleza y el medio ambiente.
Para ir de la admisión al sector producción hay que atravesar
un bosque espectacular de acacias negras.
Ya
fuera del edificio central, adonde están las oficinas, caminamos
rumbo al sector de producción. La primera parada fue en el monte
de acacias negras, cuya presencia tiene un alto contenido simbólico
para esta empresa que hace un culto de su convivencia con el medio ambiente.
Preservarlo, entonces, fue un mandato, y ahí está el montecito,
surcado por varios senderos que comunican las distintas partes de la
planta. |
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Agua,
elemento fundamental
La
segunda parada fue en el punto adonde se toma el agua para elaborar
la cerveza. El líquido proviene de la napa Puelche o rió
subterráneo, ubicada a 90 metros de profundidad, y es parte de
un curso de agua que llega directamente desde la cordillera de los Andes.
Para tener una idea del rol que tiene este elemento en la producción
bastan algunas cifras: el 80 por ciento de una cerveza de litro está
compuesta por agua, y se utilizan 5 litros de agua para hacer uno de
cerveza. Y por si esto fuera poco, Isenbeck tiene estudiado arribar
al millón y medio de hectolitros para fin de año.
De
acuerdo a la política de preservar los recursos naturales, en
la compañía destacan que "no fabricamos cerveza para
stockear (almacenar)", sino que poseen un sistema de control a
través de los vendedores que les permite elaborar de acuerdo
a la demanda. |
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Las
piletas de efluentes
Un
poco más adelante en el recorrido se encuentran las piletas de
efluentes, parte de un sistema que tiende al buen uso de los elementos
naturales y su aprovechamiento completo.
En
estas piletas de 7 metros de profundidad es adonde se vierte todo el
agua sobrante cuando el proceso de elaboración ha culminado.
El paso siguiente es agregarle barro de Atomea (atinea), cuya función
es producir una serie de bacterias que se comen entre ellas, eliminando
también otros residuos. El barro es entonces filtrado y depositado
en otra pileta, que luego serán reutilizadas a manera de abono.
¿Y el agua? Va hacia una tercera pileta, tras lo cual y a través
de un túnel de 14 metros desagota en el río Paraná. |
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Los
silos
La
hoja de ruta marcaba como el siguiente punto los silos, adonde se almacena
el cereal.
De
acuerdo al procedimiento habitual, Isenbeck le compra la malta a la
firma Cargill, y cuando arriba en camiones a la planta de Zárate
es analizada por los maestros cerveceros, quienes verifican que no tenga
humedad en exceso. Dado el visto bueno, el cereal se deposita en los
silos a través de un sistema de presión con rodillos que
elimina las cáscaras de la malta, también llamadas heces.
Este subproducto se vende para la fabricación de alimento balanceado
y galletitas, entre otras cosas. En Argentina existen fábricas
que hacen cerveza incluyendo la cáscara, pero las reglas de pureza
Isenbeck impiden a la compañía utilizar este producto. |
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Ingreso
Parada
obligatoria es el pilar central del hall de ingreso a la planta de
producción. Donde esta expuesto en grabados la historia de
la cerveza. |
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Historia
de la Cerveza
La
siguiente historia gráfica se encuentra en el pilar de entrada
a la planta de producción de la Cervecería Isenbeck
debajo del horno de cocción.
Acá
recibimos una buena dosis de historia -narrada en grabados que siguen
la línea de producción en los tiempos originales- con
el fin de saber cuáles fueron los primeros pasos de la cerveza.
Se habló de la Antigua Roma, de una mujer que un día,
sin darse cuenta, dejó un pan de cebada dentro de un recipiente
con agua. El pan fermentó y tras recibir calor se convirtió
en algo que podríamos llamar una cerveza rudimentaria. Eran
épocas en las cuales la cerveza era bebida como sopa, a temperatura
ambiente -la materia prima llegaba a usarse 30 veces en la fabricación-,
y sólo consumida por los nobles. ¿La razón? La
cerveza pasó a ser tan importante que fue tomada como valor
de cambio, es decir que podía comerciarse con ella y trocarla
por tierras u otros bienes. Motivo suficiente para que no la tuviera
el pueblo, al cual, según la nobleza, no se le podía
dejar en sus manos semejante fuente de poder.
Firmemente
arraigada en la mejor tradición cervecera de Westfalia, desde
el año 1753. Warsteiner es producida según la Ley de
la Pureza de la Cerveza: empleando malta de cerveza, lúpulo,
levadura y agua. En el año 1487, el duque Alberto IV dispuso
un reglamento que establecía un precio uniforme para la cerveza.
Una medida de cerveza en invierno debía valer un penique, mientras
que en verano, dos. A partir de ese momento cada cervecero tenía
que prestar juramento ante el tesorero ducal de la Alta Baviera, Cada
uno se comprometía a elaborar la cerveza únicamente
con malta de cerveza, lúpulo y agua. Todos los ingredientes
debían estar insertos en un estricto proceso de molienda, filtración
y cocción. Originalmente este reglamento sólo era válido
para Munich. En el año 1493, el duque Jorge “el Rico
de Baviera” ratificó un reglamento.El nuevo reglamento
se extendía a toda Baviera y hoy se lo conoce como la ley alemana
de pureza cervecera.Desde entonces, la cerveza alemana sólo
puede producirse con cuatro materias primas: agua, malta de cerveza,
lúpulo y levadura.Indicaciones que Warsteiner cumple al pie
de la letra.En el año 1987, los cerveceros de Munich renovaron
este reglamento que tiene 500 años de antigüedad, siendo
el más antiguo del mundo. |
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Sala
de filtrado y pasteurizado
Podemos contemplar
el sistema de Filtro Flash, una serie de plaquetas continuas que filtran
el producto a 80 grados en tan sólo 30 segundos, evitando la
pérdida de proteínas y el sufrimiento de los elementos
como suele ocurrir con el túnel de pasteurización, que
es el otro sistema habitual utilizado por las compañías
cerveceras. |
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Sala
de Levaduras
Los
tanques de levadura
Se
pueden observar los depósitos de levadura, insumo que Isenbeck recibe dos veces
al año desde Alemania, traído especialmente por un maestro
cervecero, y que cría luego en la planta de Zárate para
ser usada en la elaboración del producto. Una vez que deja de
utilizarse, es vendida como subproducto para el alimento de animales.
Allí reposa este insumo a una temperatura que oscila entre los
0 y 2 grados centígrados, ideal para que se mantenga latente
y no prospere en candidades innecesarias.
En
lo que hace al lúpulo, una enredadera de 6,5 metros de alto cuyo
fruto le da el toque amargo a la cerveza, la compañía
también la recibe de Alemania, donde la casa matriz la importa
desde Canadá. |
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Sala
de Coccion
Allí
se encuentran las cubas filtros, que operan con agua a 15 grados,
adonde se suma el cereal. Esto cae al macerador, que recibe el cereal
y el agua para producir el famoso mosto dulce, pasa a la cuba de filtrado
durante 45 minutos para eliminar residuos. En el siguiente capítulo
el producto pasa a las ollas de cocción, adonde se le agrega
el lúpulo a través de robots. Allí se cocina
la cerveza durante una hora a temperaturas que van de los 90 a los
100 grados. La etapa de enfriamiento es llevada adelante en las mismas
ollas mediante un dispositivo de placas con agua a 2 grados.
En
esas instalaciones Isenbeck elabora sus cervezas Premium -Isebenck
y Warsteiner-, como así también las segundas marcas,
tales los casos de cerveza Mar del Plata, Carrefour, La Diosa Tropical
y El Loco. ¿Cuál es la diferencia entre unas y otras?
Las premium son de alta calidad no sólo por sus insumos, sino
por el control al que son sometidas durante todo el proceso. Las otras
contienen más agua, menos lúpulo, el packaging -etiquetas
y cajas- es más económico y las tapas tienen un control
distinto.
La
planta elabora una cerveza por día, tras lo cual se lavan todos
los elementos para ser utilizados en la jornada siguiente en la fabricación
de otra marca. El último secreto que recibimos en esta etapa
fue el de distinguir un producto genuino de otro que no lo es. Básicamente,
una cerveza genuina es aquella que cuando es servida en el vaso las
burbujas se encolumnan hacia la superficie en un camino largo y fino,
como ocurre con el champagne, mientras que en los productos no genuinos
se producen burbujones. |
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Detalles
del interior de la olla de filtrado |
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El
laboratorio
Salimos
de la cocina con la cabeza llena de datos y nos fuimos hacia el laboratorio.
Allí, a través de las ventanas, pudimos observar el
sitio adonde se analiza todo el producto. Es decir, son puestos bajo
el microscopio las tapas, las etiquetas y su pegamento, las botellas
y demás elementos. Unas junto a otras en una repisa estaban
también los diferentes envases que Isenbeck sacó al
mercado, sacudiéndolo de su prolongado letargo de botellas
de litro y 355 centímetros cúbicos. La compañía
alemana lanzó el envase con tapa a rosca, el medio litro, el
porrón de plástico -Pet-, que por su alto costo de producción
tras la devaluación sólo es exportado -su principal
comprador son las Islas Malvinas-, y la botella transparente de la
cerveza Patagonia, todo un éxito en Canadá, pero que
no puede ser comercializada en el mercado interno porque ya existe
esta marca en otro rubro. Sobre un costado quedaron las cervezas mix,
con limón y naranja, un producto que es furor en Europa, pero
que en Argentina no funcionó por razones de idiosincracia,
tradición o cultura cervecera, cualquiera es válida. |
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Linea
de Embotellado - La
línea, donde manda la máquina
En
esta parada del recorrido quedamos frente a la línea sobre
la cual viajan las botellas rumbo a su destino de ser llenadas, tapadas,
lavadas y etiquetadas, para luego producirse el encajonado, tras lo
cual marchan rumbo al depósito. Y todo esto de manera automatizada,
sin que puedan verse mucho más que un par de operarios controlando
el funcionamiento. La línea de litro retornable se ajusta,
de acuerdo a lo informado, a todos los graneles de producción
de Isenbeck.
Una
vez limpios, los envases marchan en fila y son testeados por los inspectores
-haces de luz roja- que dan el visto bueno al proceso. Entonces llega
el turno de que opere la llenadora, máquina que introduce la
cerveza y tapa la botella -llena 56 mil de medio litro o 36 mil de
litro-, tras lo cual la saca a la cinta chorreando espuma como parte
del mecanismo de eliminar cualquier residuo que pudiera haberse filtrado.
En la etapa siguiente las botellas pasan por la ducha y, nuevamente
sometida a los inspectores, son descartadas todas aquellas que no
han sido llenadas con la cantidad correcta de centímetros cúbicos.
Superada
esta prueba, los envases son etiquetados -etiqueta, contraetiqueta
y collarín- y encajonados mecánicamente, agrupados en
pallets de cinco hileras de cajones que, poco después, serán
sunchados y llevados al depósito. |
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Linea
de llenado de barriles |
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Linea
de Encajonado |
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Linea
de llenado de latas - Las
latas también existen
Por
último, arribamos al sector en donde se produce el enlatado
de la cerveza Isenbeck.
El sistema permite que se realicen 24 mil latas por hora, las cuales
arriban por la cinta en formato de vaso -la compañía
ya las compra con el packaging-. Una vez llenadas y tapadas, los envases
de aluminio, al contrario de lo que ocurre con las botellas de vidrio,
son sometidos a un proceso de pasteurización para eliminar
bacterias, puesto que se supone que la lata, habitualmente, toma contacto
con la boca del consumidor a la hora de beber el producto.
Este
fue el paso final del proceso, y bien pronto nos encontramos en el
punto de partida del recorrido, con un bagaje de información
que nunca está de más para todo cervecero que se precie
de tal. Luego la empresa agasajó a los presentes con una picada
y, claro está, no faltó la cerveza. Pero eso ya es otra
historia. |
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Degustacion
final de la visita
Después
de la visita nos agasajaron con una picada y la degustación
de las diversas cervezas que producen. |
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Nuestro
profundo agradecimiento a los periodistas y amigos de MundoCerveza.com
por su compañía, su aporte fotográfico y periodístico
que nos ayudo a desarrollar esta visita virtual. |

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Salud y Buena Cerveza
Carlos A Koroluk
Asterix
Cervecero Artesanal
Secretario de la Asociacion de Cerveceros Artesanales de la Republica Argentina |
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