El
contenido de anhídrido carbónico se regula en el tanque embotellador.
En botellas, botes, cubas o barriles, generalmente se pasteuriza.
La cantidad de alcohol oscila del 4 al 12%.
A principios del siglo XX la cerveza se distribuía en carros de
caballos.
Tenemos
a nuestra cerveza fermentando en un damajuana de 25 litros. Transcurridos
unos 15 días la densidad de la cerveza se habrá estabilizado y la
levadura, que se quedo sin azucares que echarse a la boca, se ha
adormecido por falta de trabajo. Durante su febril actividad ha
generado alcohol etílico y CO2. Ha llegado el momento de embotellar
el fruto de nuestro esfuerzo y el de la levadura.
El
envasado se puede realizar en dos tipos de envases, la botella marrón
típica de cerveza o un barril. La opción mas común es el embotellado.
El
tamaño ideal es la botella de 500 ml, desgraciadamente en nuestro
pais este formato no es muy abundante. De todas formas podemos usar
botellas de litro, de 3/4 . Aclaro botellas de vidrio que no
sean de cerveza NO, y botellas de plástico MENOS.
Lo importante es que deben
ser botellas de buen vidrio, color caramelo y no deben presentar ninguna
rotura o muesca, sobre todo en la boca donde se colocará la tapa.
Una vez mas recordemos que vamos a manipular seres vivos suceptibles
de ser infectados por organismos no deseados, por lo que debemos,
una vez mas, realizar el envasado lo mas asépticamente posible.
En
principio el embotellado no presenta demasiadas dificultades técnicas.
Básicamente el proceso consiste en trasvasar nuestra cerveza a otra
damajuana en donde lo mezclaremos con un poco de azucar disuelta en
agua y repartir esta cerveza mediante un sifón entre todas las botellas
que hayamos preparado y colocar los tapones.
Empezaremos
por una limpieza escrupulosa de todas las botellas que vayamos a utilizar
en el envasado.
A mi personalmente utilizar el lavavajillas para lavar las botellas no me convence. Es verdad que levanta temperatura, que deja los cubiertos barbaros, pero como dejara por dentro las botellas no se. En todo caso lo utilizaria como un ultimo paso, sin jabon, como para esterilizarlas un poco sometiendolas a la alta temperatura del agua.
Siempre es conveniente preparar algún envase mas de
lo necesario, pues puede que algun envase se nos rompa en el proceso
o simplemente no hayamos calculado bien la cantidad de cerveza a embotellar
y nos encontremos sin envases y con cerveza en la damajuana.
Vamos
a agarrar unas lindas botellas de vidrio de cerveza y las vamos a
lavar y desinfectar como dios manda. Lo ideal sería que compraramos
un cepillo para limpiar botellas.
Para
facilitar el despegado de etiquetas y limpieza de botellas es conveniente
someter a las botellas a un baño de agua caliente, si no se despegan
agarrá virulana y dale a full. Al final debemos disponer de botellas
inmaculadas, sin roturas en el vidrio y sin restos de suciedad.

Es
conveniente someterlas a un baño de agua con un poquito de cloro para
desinfectarlas, con media hora en este baño es suficiente. Para eliminar
posibles sabores a cloro en las botellas despues de este baño las
enjuagaremos con agua caliente de la canilla poniendo la temperatura
del calentador al maximo.
Las escurrimos bien y metemos en cada una
de las botellas un chorrito de esa solución de alcohol al 70%. Las
escurrimos bien y
le tapamos la boca haciendo un capuchon con un poco de papel de aluminio
de uso doméstico y las dejamos esperando mientras seguimos con el
siguiente proceso.

La
cerveza que tenemos en el fermentador no tiene gas. O sea que... ¡todavía
no la podemos tomar!. Si
envasamos la cerveza tal y como está ahora, obtendriamos una cerveza
sin gas por lo tanto tenemos que hacer que se produzca una pequeña
cantidad de gas CO2 en el interior de la botella.
Las
levaduras estuvieron trabajando a lo loco durante una semana. Y en
ese lapso se consumieron todo el alimento. ¿Se murieron entonces?
NO!
Se "durmieron".
Cuando
trasvasemos a las botellas, la gran mayoría de las levaduras se va
a quedar en el bidón (ni más ni menos que ese barro inmundo que queda
en el fondo) pero una gran cantidad está en suspensión en el líquido.
Para darle gas a tu cerveza vas a darles un poquito de comida, así
ellas terminan con sus funciones.
¿El
menú? Almíbar.
Por
lo tanto tenemos de añadir un poquito de azucar al envasar para que
la levadura vuelva a trabajar y producir muy poco mas de alcohol y
sobre todo gas que es lo que queremos. Evidentemente la cantidad de
azucar que añadamos a la cerveza debe estar calculada pues si añadimos
poco no vamos a conseguir nada y si añadimos mucho es peligroso pues
la cantidad de gas producido podría hacer explotar las botellas. Para
no tener problemas podemos usar la siguiente regla que es bastante
conservadora:
Para
cervezas con: Añadir
azucar:
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poco
gas……………………………………………….. 5 grms/litro
gas
normal………………………………………………6 grms/litro
fuerte
de gas……………………………………………. 7 grms/litro
Peligro!!
Puede explotar!!……………………………… 8 grms/litro
Como
norma yo trasbaso le cerveza a una damajuana vacia,
de similares caracterisiticas que en el que está nuestra cerveza y
previamente desinfectada, que tengo graduada litro a litro,
para asegurarme la cantidad de litros que tengo de cerveza. Mediante
un sifón transferimos la cerveza a esta nueva damajuana intentando
no airearla demasiado en este proceso. La manguera del sifón llega
hasta el fondo del damajuana a fin de que no se haga demasiada espuma.
Tenemos
que tomar una muestra para medir la densidad. Esta
densidad que vas a medir es la que se llama densidad final, es decir,
densidad al finalizar la fermentación. De la diferencia entre la inicial
medida justo antes de tirar las levaduras y ésta vas a tener mucha
información. |