La
orden religiosa de los trapenses toma su nombre de la
abadía que fundaron los monjes en "La Trappe", en Normandía,
Francia. La orden trapense se fundó como una escisión
de la orden de los benedictinos, que a su vez se habían
separado de los cistercienses. Al ser perseguidos durante
la Revolución Francesa huyeron hacia los Países Bajos
(Bélgica, Holanda y Luxemburgo) donde fundaron nuevos
centros religiosos. Llevaban una vida muy simple, que
incluía comer los alimentos que ellos mismos cultivaban
y elaboraban, entre los que se encontraba la cerveza.
Hoy en día todavía quedan seis monasterios trapenses que
elaboran su propia cerveza y que son los únicos que pueden
llamar a sus cervezas 'trapense'. Cinco de ellos están
en Bélgica y uno en Holanda. El término trapense se utiliza
sólo para describir las cervezas hechas en uno de los
seis monasterios trapenses que aún producen cerveza, unas
20 distintas bajo la supervision directa y el trabajo
de los propios monjes. Existe un cierto número de abadías
que no producen cervezas, pero dan una licencia para que
otros productores, no relacionados con la abadía, utilicen
su nombre para designar cervezas de un estilo determinado.
Aunque tienen sus propias caracteristicas, casi todas
comparten una serie de rasgos comunes. Son tipo Ale, término
que se refiere a la fermentación, no tiene nada que ver
con el color, estilo o cuerpo. Son de fermentacion alta,
con una segunda fermentación en botella, entre 5 y 11%
de alcohol y son afrutadas. En cuanto a las diferencias,
hay algunas secas, pero la mayoría son dulces, unas son
doradas y pálidas y otras oscuras.
Cualquier cerveza fabricada en una de las seis abadías
restantes, fermentación alta y fuerte, sabrosa.