Muchos cerveceros no encuentran en este elemento un atractivo que les pudiera inclinar hacia la práctica del llenado de botellas con cerveza ya carbonatada, cerveza “lista para tomar”.
Lo cierto es que el método contrapresión es un complemento muy útil cuando el cervecero casero quiere compartir su producción entre los amigos que no poseen más que el tradicional destapador de botellas.
Esta es una pequeña guía visual de cómo se usa dicho elemento.
Los esquemas contemplan un diseño en particular de llenadora, pero la metodología es aplicable a todos los modelos con tres válvulas: salida de CO2, entrada de cerveza, entrada de CO2 .
En cada dibujo hay algunas letras que sería más que interesante que le presten atención. Concretamente, la idea es seguir la secuencia alfabética de las letras (paso a, paso b, etc.).
Recomendaría no trabajar con presiones mayores a 1,5 kg/cm2 ya que mayores presiones exigen tener más cuidado con la fuerza que tenemos que hacer hacia abajo para mantener la llenadora tapando la botella.
La llenadora
Como se puede ver en la figura 1.1, el modelo consiste en un accesorio roscado cruz con reducciones en cada punta, y que a su vez en cada punta se inserta un caño que se ajusta con tuerca y virola en las respectivas reducciones. Lo más “raro” que pueden encontrar es la parte inferior de la llenadora, que posee un tubo más grueso conteniendo a uno más fino por dentro (este último hacer circular la cerveza por dentro de la llenadora hasta la botella). Como muestra el dibujo, el caño grueso permite el escape de CO2 y aire desde dentro de la botella cuando ésta se está llenando tanto con cerveza como con CO2 cuando hay que barrer el aire dentro de la misma.

Los moñitos de color rojo que se ven son las válvulas esféricas que permiten el flujo de cerveza y gas. Por convención, cuando el moñito está en posición transversal respecto del tubo que obtura, la válvula esta cerrada. En la figura, en este momento, todas las válvulas están cerradas.
El trapecio invertido de color naranja es un tapón de goma con un agujero en el medio que permite pasar al tubo de escape de CO2, y que sella la botella por su pico al momento de la operación.
Un consejo importante
Debido a la famosa ley de gases ideales, la temperatura fría de la cerveza hace que el gas dentro de la misma quede disuelto con mayor facilidad que si la cerveza está más caliente o sea menos fría. Desde el punto de vista de la presión, si a un Cornelius ya carbonatado con cierto volumen de gas y a determinada temperatura, luego se le eleva dicha temperatura, la presión va a aumentar, y repercutirá en ese límite de 1,5 kg/cm2 que aconsejé más arriba.
El consejo, entonces, es trabajar llenando a la misma temperatura y presión con que se estabilizó la carbonatación de la cerveza, esta estabilidad la dicta la ley de Henry.
El llenado contrapresión
Este método debe su nombre a que, justamente, la botella se llena por la depresión que se produce dentro de la misma respecto de la presión que tiene el Cornelius, donde está la cerveza. La cerveza fluye desde donde hay más presión (Cornelius), a donde hay menos presión (botella).
Al disminuir la presión en la botella, lo que estamos haciendo es desalojar parte del CO2 que satura el circuito de mangueras, llenadora, etc. Es por esto que tenemos que tener conectado el tubo de gas en forma permanente para mantener una presión constante en el Cornelius a la vez de reponer el CO2 desalojado del circuito.
Empecemos a trabajar
La disposición inicial del equipo es la que muestra la figura 2.1. En la misma se puede ver al tubo de CO2 ya conectado, mediante manguera, a la llenadora contrapresión.
Para facilitar la conexión, en mi llenadora puse un conector rápido de gas. Es que el final de la manguera del regulador posee una conexión hembra que me permite enchufarla en los demás accesorios que tengo por ahí. Lo ideal es que sea de acero inoxidable, puesto que el lavado sucesivo termina oxidando estas piezas.
En este gráfico y el resto, las líneas negras rectas representan a las mangueras vacías: sin CO2 y sin cerveza.
El regulador tiene que estar todo abierto a la izquierda, o sea, que no debe dejar pasar gas.

Conectar la cosa y darle gas
Lo primero que tenemos que conectar es el conector de la cerveza (paso a), con lo que tal vez veamos ingresar un poco de cerveza dentro de la manguera, cosa muy normal. A continuación, conectamos el Cornelius, por su salida de gas, a la otra manguera (paso b). Lo que notaremos es que el manómetro indica la presión que actualmente posee el Cornelius. Recordar esta presión que la usaremos un poquito más abajo, como avisé anteriormente, no debería superar el 1,5 kg/cm2.
Podemos ver en el dibujo cómo el circuito de gas ahora está bajo presión (color celeste). Si bien en este momento lo que hay es aire, podemos hacer la vista gorda y decir que está lleno de CO2 (para barrer el aire antes, basta con abrir las válvulas 1 y 3 de la llenadora antes de conectar al Cornelius, abriendo un segundo la válvula del regulador luego).

Como último paso de esta etapa, hay que abrir el paso de gas del regulador como lo indica la letra C, observando que la presión apenas supere la presión inicial que nos marcaba el Cornelius (¿recuerdan que les dije que recordaran esta presión?). Repito: regular para que sea igual o ligeramente superior a la presión estable del Cornelius.
Acá es importante aclarar una cuestión que pude comprobar con la práctica.
Si digo que la presión en este momento no debería superar los 1,5 kg/cm2 quiere decir que no vale quitarle presión al Cornelius para llegar a ese valor. Se supone que el Cornelius tiene cerveza ya carbonatada con cierto volumen de CO2, a X temperatura, que da determinada presión una vez estabilizada ésta. Para llenar contrapresión es necesario que la presión no decaiga dentro del Cornelius, porque esto provoca el escape del gas dentro de la cerveza provocando burbujas dentro de la manguera de cerveza con la consiguiente espuma al momento de llenar.
Autor: Javier Iaquinta.