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Inclinar
para disfrutar de la cerveza |
Consejos
para el mejor gusto de su Cerveza

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Hay que reconocer que existe una gran diferencia entre las cervezas
que sirven en las buenas cervecerías y en algunos bares, y las cervezas
calientes o mal servidas que ponen en otros lugares. Todo forma parte
del ritual que supone entrar en un establecimiento, pedir una cerveza
y esperar a que te la sirvan. En ese tiempo que transcurre desde que
la has pedido hasta que empiezas a disfrutar de ella, te puedes dar
cuenta de algunos detalles, que si bien pueden carecer de importancia
con respecto a las ganas que tienes de apagar tu sed, si te pueden dar
a entender el esmero que ponen algunos en el arte de servir una bebida,
ya sea un buen vino o una cerveza en este caso. No sólo hablamos de
la manera de servirla o de si la acompañan con el correspondiente posavasos;
también nos podemos encontrar con una buena cerveza a temperatura casi
ambiente o demasiado fría, o incluso servida en un vaso inapropiado
que no nos permita apreciar bien detalles como el color, olor y formación
de espuma. Lo cierto es que el modo de servir una caña o de cuidar las
botellas influye en el sabor final y disfrute de este líquido.
Servir bien la cerveza es fundamental para poder apreciar todos sus
matices y disfrutarla plenamente. Algunos consideran que servir bien una
cerveza es todo un ritual. Si sigue estos sencillos consejos comprobará
que sus cervezas ganan en sabor y matices.
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TIRAR
LA CERVEZA
Antes
de servirse hay que refrescar el vaso bajo un chorro de agua fría.
Las cervezas de calidad deben servirse con el vaso recto, con decisión
y echando el líquido en el centro de la copa hasta que se forme
una buena cabeza de espuma. A continuación, se puede inclinar un
poco la copa o servir más despacio. Con las cervezas de trigo y
las embotelladas con tapón de corcho, conviene ser más cuidadoso
y verterla sobre un lateral, ya que tienden a ser más espumosas
de lo normal. El recipiente (vaso, copa o jarra) no debe presentarse congelado,
ya que dificulta la formación de espuma y la apreciación
visual del líquido.
La
espuma debe ser fina y persistente, de modo que se adhiera al vaso y forme
una corona de 2 a 3 centímetros. Es muy importante que el vaso
no contenga restos de detergente o grasa, ya que harían desaparecer
la cabeza de espuma. Si la cerveza contiene sedimento, conviene dejar
dos centímetros sin servir, para que no se enturbie. La cerveza
deberá tomarse enseguida para su mejor apreciación, excepto
algunas variedades, que necesitan un periodo de reposo.
CONSERVACIÓN
Gracias
a la fecha de caducidad sabremos cuanto tiempo tenemos para consumir
la cerveza. De todos modos, no es un producto de gran duración. Antes
de consumirse la cerveza, esta debería dejarse en reposo durante 48
horas y en posición vertical a una temperatura entre 15º y 18º. Después
debería dejarse en la parte alta del frigorífico y sacarla un poco antes
de su degustación. Si estaba en la parte baja se consumirá inmediatamente
y si estaba en la parte alta habrá que esperar un poco a que se adecue
su temperatura.
ALMACENAJE
Guarde
la cerveza en lugares oscuros;
la luz tiene un efecto negativo sobre su gusto.
Para
almacenar la cerveza evite la luz nítida. La luz fuerte artificial o
natural tiene un efecto negativo sobre el gusto de la cerveza embotellada.
Es por esto por lo que la cerveza es comúnmente embotelladas en botellas
marrones. No almacene la cerveza mas de 6 semanas, pues el gusto cambia.
TEMPERATURA
La
cerveza hay que tomarla suficientemente fría, pero no demasiado ya que
no podríamos apreciar todos los detalles. La temperatura adecuada será
entre 6 y 10 grados centígrados para las cervezas rubias, y entre 8
y 10 grados para las cervezas negras.
Una
cerveza más fría desarrolla menos espuma, y más
caliente, una espuma menos consistente. La cerveza no debe enfriarse
o calentarse rápidamente, ya que su sabor se distorsiona. Jamás
utilice el congelador o agua caliente.
La
temperatura ideal de la cerveza es un tema de discusión en tabernas y
en todos los sitios donde la cerveza es consumida. Alrededor del mundo,
los Yankees y Aussies toman su cerveza casi congelada. El Ingles parece
que piensa que la temperatura ideal es la temperatura ambiente (o a veces
igualada a la temperatura del cuerpo), y para el resto del mundo es entre
de ambas temperaturas.
En
Alemania, la temperatura ideal de la cerveza esta entre 7-9 grados celsius.
La Cerveza no debe ser rápidamente enfriada o calentada, el gusto sufriría.
Los congeladores y agua caliente son tabú.
Si
su cerveza es turbia o nebulosa, la temperatura de almacenaje era muy
baja. Permítala permanecer en un lugar cálido unos minutos antes de abrir
y la turbulencia desaparecerá. Cuando la cerveza esta demasiado fría,
no forma una espuma apropiada. Cuando la cerveza esta caliente, sale demasiada
espuma, perdiendo sus gases, por eso la cerveza caliente sabe a viejo.
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COMO
SERVIRLA
El
método utilizado para servir una cerveza desde un tirador o desde una
botella es similar. Antes de servirse hay que refrescar el vaso bajo
un chorro de agua fría para evitar la formación de burbujas y evitar
tambíen la mala formación de la espuma.
Luego
con una inclinación del vaso de aproximadamente 45 grados respecto de
la botella o tirador, se dejará caer lentamente la cerveza contra la pared
del vaso evitando así la formación de espuma.
Una
vez que está medio lleno se coloca en posición vertical y se continúa,
formándose ahora la espuma. Si se trata de una botella, en algunos casos,
se dejará un centímetro de líquido sin servir. También hay quien, antes
de este último paso, agita la botella para que luego al vaciarla quede
mejor repartido el fermento. Si se pretende que la espuma tenga un aspecto
compacto, en algunos casos debe seguirse este procedimiento en varios
tirajes, dejando reposar entre cada uno de ellos la cerveza.
ASPECTO
Una
cerveza bien servida tendrá un color brillante y un aspecto espumoso,
con una corona de espuma de 2 a 3 cm. Esta espuma debe ser fina y persistente,
de modo que se adhiera al vaso. La cerveza deberá tomarse enseguida
para su mejor apreciación, excepto algunas cervezas que necesitan un
periodo de reposo.
DETALLES
Es
importante la limpieza de los tiradores, el uso de los correspondientes
vasos y posavasos, el mantenimiento de las botellas o los barriles y
la limpieza de los vasos, cuidando que no tengan restos de detergente
o grasa para evitar así que no se forme bien la espuma.
La
limpieza de los vasos es muy importante
Los
vasos de Cerveza deben estar libres de grasa. La grasa ocasiona un corte
de la espuma. Con los lavaplatos liquidos puede salir una película que
también sabotea la espuma.
La
cerveza debería beberse en el vaso correcto
Estos
vasos se han desarrollado a través de los años para permitir llenarlos
fácilmente o para permitir que salga bien la espuma.
- Pils
se bebe relativamente en pequeños vasos, en forma de tulipas.
- Export
en jarras de 300-500 ml.
- Alt
o Koelsch en delicados vasos cilíndricos de 0.2l.
- Weisse
en copas grandes.
- Weissbier
en vasos altos de 500 ml. en forma de trompeta.
- Cerveza
clara de Bavaro en jarras gigantes de 1/2l.
Un
detalle importante es el vaso en que se sirve la cerveza. Ante todo debe
estar muy limpio y sin nada de grasa. La grasa hace que se pierda parte
del sabor y que la espuma no se forme correctamente. Un vaso está totalmente
limpio si al ponerlo bajo un chorro de agua esta forma como una película
continua. Para el consumo personal de cerveza en nuestra casa, sería recomendable
destinar un vaso o jarra para beber únicamente cerveza, evitando beber
en el mismo leche u otras bebidas grasas. En cuanto al tipo de vaso, este
debería ser abierto para el caso de consumo de cervezas de baja fermentación
(como el caso de las tostadas belgas) que tienen gran poder aromático,
y más estrecho para las cervezas de alta fermentación (las típicas comerciales)
que son menos aromáticas. |
¿Cómo
servir una cerveza negra?
Vamos
a verlo con un ejemplo. Una de las cervezas negras que más me gusta es Guinness, eso sí, siempre, y sólo en el caso, que esté bien servida
y a la temperatura adecuada.
Una
buena pinta de Guinness se sirve en dos tiempos. Todo esto constituye
un ritual que añade magia y, sobre todo, potencia al máximo todas las
cualidades.
Después
del primer tiempo la pinta debe dejarse reposar. Es difícil entonces no
quedarse mirando la cascada ascendente que forman las burbujas mientras
van separándose lentamente del cuerpo oscuro. La cremosa espuma empieza
a tomar forma en la superficie. Cuando la turbulencia ha finalizado es
el momento del segundo tiempo. La pinta perfecta está ahora más cerca.
Primera
fase: Con el vaso inclinado en ángulo de 45º, se tira del mango a fondo
y se llena hasta los 3/4.
Después,
cuando está a 3/4 se deja reposar durante 1 ó 2 minutos.
Segunda
fase: Se termina de llenar el vaso lentamente hasta que la espuma alcance
el borde, es decir, hay que rematarlo con la cantidad exacta de espuma.
Esta, nunca debe ser inferior a 14 mm ni superar los 17 mm en el típico
vaso tipo tulipa.
En
cuanto a la temperatura, la cerveza debe estar fría. En torno a los 4ºC.
Curiosidades
Guinness es irlandesa. Se elabora desde 1759 en St. James Gate en Dublín.
Arthur
Guinness, descendiente a su vez de cerveceros, alquiló una fábrica abandonada
a las afueras de Dublín por 9000 años. Todavía hoy, toda la Guinness que
se bebe en el mundo sale de allí. Y aún quedan más de 8700 años de alquiler.
Su
característico color negro rubí se lo da la malta tostada, uno de los
cuatro ingredientes principales junto al lúpulo, la levadura y el agua
de manantial. La otra diferencia fundamental es la espuma. Suave, cremosa
y sobresaliendo ligeramente sobre el borde del vaso, se convierte en un
remate atractivo e intrigante a la vez.
Guinness sólo tiene 4º de alcohol, menos que la mayoría de las cervezas rubias.
Varios
científicos australianos han encontrado la respuesta a una pregunta que
estaba en las cabezas de los bebedores durante años: ¿Por qué las burbujas
de una jarra de cerveza Guinness parecen bajar hacia el fondo?
El físico Clive Fletcher y sus estudiantes en la universidad de Nueva
Gales del Sur, en Sydney, han llegado a la conclusión de que la mayoría
de las burbujas de una jarra del espumoso líquido suben como deberían.
Pero el líquido que llevan estas burbujas no tiene ningún lugar a donde
ir una vez llegan a la parte superior, con lo que baja de vuelta por los
lados de la jarra, llevándose consigo algunas de las burbujas más pequeñas.
Las burbujas de más de 0.05 milímetros son las únicas que pueden resistir
este efecto de empuje.
Puedes
visitar la página oficial de Guinness en la dirección http://www.guinness.com/.

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