Su voz es suave, su modo tranquilo. Charlie Papazian, de hecho, es sorprendentemente meloso para alguien con sus actividades. Antes de que incluso la nieve comience a derretirse esta primavera en las montañas, fuera de Boulder, Colorado, –el hogar de la American Homebrewers Association – AHA (Asociación de cerveceros caseros americanos), que Papazian fundó en 1978– él habrá viajado a Brasil, Japón, el sudeste asiático, Sudáfrica y Europa.
Todo en nombre de la cerveza.
Algunas personas lo llaman a Papazian, quien ha estado elaborando su propia cerveza desde 1970, el gurú de la cervecería casera. Ha escrito y publicado numerosos libros y artículos sobre el tema; impartido clases y dictado conferencias sobre la elaboración de cerveza en reuniones de clubes, escuelas, y conferencias en todo el mundo; fundó y todavía preside, la Asociación de Cerveceros (de los cuales la AHA es una división) y en sus muchas actividades, se incluyen la revista “Zymurgy”, la Conferencia Nacional de Cerveceros Caseros y concursos, y continúa para educar a los potenciales cerveceros en las partes del mundo donde la cervecería casera tiene aún que ganar el estatus de hobby que ahora tiene en los EE.UU. y gran parte de Europa.
Según Papazian, ser llamado gurú realmente no le molesta, pero él cree que todo está en los ojos del espectador. “Nunca me he llamado así a mí mismo", dice. “Yo soy quien soy. Para algunas personas, soy un bastardo; para otros soy relajado, una especie de tipo que es un cervecero casero”. Aun otros, dice, lo llaman un “pie-ro-maniac” (juego de palabras: “pie” es pastel, torta), además de la cerveza y viajar, sus pasiones incluyen la tarta de manzanas, bayas, crema de banana y un largo etcétera. Incluso fundó el Día Nacional del Pastel (National Pie Day), el 23 de enero.
Pero no importa cómo la gente lo percibe, dice Papazian, “Soy sólo un cervecero casero. Estoy feliz con lo que soy, con la cerveza que elaboro y el por qué lo hago”.
Por el gusto de hacerlo
Después de 25 años de elaborar cerveza y de inspirar a otros a hacer lo mismo, la razón por la cual lo hace hoy en día es la misma que era en el principio: por lo divertido de ello. “Es un hobby, debería ser divertido”, dice. “Si no te diviertes, puedes aún elaborar cerveza, pero búscate otro hobby”.
Todavía elabora regularmente –alrededor de 20 batches de cerveza e hidromiel por año–, a pesar de su apretada agenda que a veces se interpone en el camino. Lo que elabora depende de “lo que tengo de menos en mi escondite en el sótano”, dice. “Antes de empezar a elaborar cerveza, primero chequeo allí y veo en lo que estoy en baja”. También depende de qué ingredientes encienden su fantasía en ese momento. “La elaboración casera de cerveza se trata de prioridades, y creo que cada estilo de cervecero refleja en qué está más interesado”, dice. “Mis prioridades son experimentar con nuevos ingredientes y probar nuevas recetas. No soy la clase de tipo devoto de la levadura o los artefactos –soy de la clase de tipo más de la malta y lúpulos y de los que prueban nuevos balances-equilibrios”.
De hecho, dice, su puesta a punto para la elaboración casera de cerveza no es nada sofisticada o costosa –sólo ollas de acero inoxidable y cubos de plástico. “Yo elaboro cerveza en mi cocina utilizando los principios y sistemas básicos. Excepto cuando hace calor, entonces cocino en la parte trasera del porche con un quemador de propano”.
Aún así, dice Papazian, él admira a personas como Al-Andrews, un miembro de la Maltose Falcons en Riverside, California, a la cual Papazian llama el primer “chico con equipos” –así como también aquellas personas que han trabajado para mejorar la tecnología en la elaboración casera de cerveza con todo tipo de innovaciones en los equipos. “Realmente hemos progresado en los últimos 20 años en mejorar la calidad de la elaboración casera de cervecera”, dice. “Y gracias a estas mejoras, nuestra cerveza sigue mejorando también. De hecho, el mejor de los proveedores y los suministros, el mejor de los productos logra. Siempre podemos volver a la Prohibición de la cerveza, a la cerveza realmente barata, pero eso no es lo que queremos”.
Cerveza en la playa
En el prefacio de su libro The Home Brewer’s Companion, Papazian escribe: “La elaboración casera de cerveza ha sido responsable de muchas fuentes de inspiración en mi vida”. Además de la AHA y Zymurgy, dice, La elaboración casera de cerveza ha inspirado amistad, amor, romance, y más que unos pocos viajes. “Recuerdo un viaje que hice a Regensburg, Alemania, en 1985, sólo porque yo estaba interesado en la cerveza de centeno”, dice. “En aquel entonces, el único cervecero que hacía cerveza de centeno estaba en Regensburg”. También viajó a Quito, Ecuador, porque una vez alguien le preguntó si él sabía donde quedaba la fábrica de cerveza más antigua en el mundo. “Cinco años más tarde, fui allí”, dice. “Fue construida en 1530, en un monasterio, y aún estaba funcionando a fines de 1960. Ahora es un museo”.
En estos días, muchos de sus viajes se han inspirado por su deseo tanto de enseñar como de aprender. A pesar de la “explosión” de la elaboración casera de cerveza que se ha producido en los EE.UU. durante los últimos años, “no son sólo los estadounidenses quienes están interesados en la elaboración de buena cerveza”, dice. “Está esta red de personas de todo el mundo quienes están tratando de entender lo que pasa en la elaboración de cerveza en estos días. Así que visito fábricas de cerveza, voy a conferencias, doy seminarios, conozco a otros cerveceros y a entusiastas, hago de juez en algunos concursos... Y he encontrado que lo que podemos aprender de otras culturas nos puede ayudar a mejorar nuestra cerveza y nuestra elaboración aquí, en los EE.UU.”.
En ocasiones, dice, se las arregla para pasar el rato en la playa y simplemente disfrutar de una cerveza sin tener que hablar de ello o pensar acerca de ello. Por ejemplo, durante una reciente visita al sudeste asiático pudo catar muchas cervezas locales. “En Hue, Vietnam, bebí una Hue Imperial Stout, que era realmente grandiosa. En Bangkok, mi favorita fue una cerveza alemana estilo Helles en un pub cervecero que abrió hace unos meses. Y en la playa en el sur de Tailandia –bueno, fue sólo una cerveza fría”.
¿La cerveza hace que el mundo sea un lugar mejor? “Absolutamente, de manera inequívoca”, dice, riendo. “He estado en todo el mundo y he visto que cuando las personas disfrutan de la cerveza, se logra un mejor ambiente, especialmente cuando se usa con responsabilidad, lo que la mayoría de la gente hace”.
Con todo, ya sea bebiendo cerveza o elaborándola, “la gente debe tomar sus propias decisiones”, dice. “De hecho, la cuestión atractiva de la elaboración casera de cerveza es que todo es acerca de la elección”. Por ejemplo, dice, “hay un verdadero arte que mezcla algunos estilos de cerveza con ciertos tipos de comidas. Pero de vez en cuando, usted tiene que tirar todas esas cosas filosóficas y decir, ‘¿Qué es lo que realmente quiero?’. Todo esto debe abordarse en términos de orientaciones, no reglas. No me gustan las reglas”.
Él sonríe, y su voz se suaviza de nuevo. “Pero seguro que no puedes derrotar a una barley-wine alrededor del fuego en el invierno, o un hidromiel en la playa cuando estás con alguien especial viendo la luna elevarse”.
Autor: Kathy Kincade
Edición: junio de 1995
Fecha Online: miércoles 27 de junio de 2001
Traducción: Javier Dicósimo
http://www.byo.com/stories/issue/article/issues/125-june-1995/923-interview-with-charlie-papazian